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"Harmonizo meus pensamentos para criar com a visão". "Quando o mundo estiver unido na busca do conhecimento, e não mais lutando por dinheiro e poder, então nossa sociedade poderá enfim evoluir a um novo nível".

segunda-feira, 19 de dezembro de 2016

A Natureza

por Sebastião Pinheiro
El amigo y colega A. Piaia páutame sobre el merchandising de monsanto, “Los microorganismos en el futuro”, divulgado como ciencia para incautos, serviles o ignorantes. No lo pude atender inmediatamente pues estaba leyendo R. Steiner, lo que me obligó a leer “Teoría de la Naturaleza” de J.W. von Goethe (1749 – 1832) y por suerte ya había leído “Kosmos” de von Humboldt (1767- 1835). Pero me obligó a ir hasta Baruch Spinoza (1632- 1677) en “Tratado de la Reforma del Entendimiento” y después “Ética demostrada según el orden geométrico”, pues tengo horror a cosas místicas o esotéricas mezcladas con espiritualidad en lo que agradezco mucho a Desiderio Erasmo que vivió en Rotterdam (1466-1536), y no agradaba a nadie. Es con este espíritu que atiendo al amigo en mister tan complejo.

- La universidad enferma doctrina estudiantes para tecnologías en el mercado y crea la elite de post-grados para lo que las transnacionales están creando para las dos prójimas décadas y que deberá ser consumida sin solución de continuidad en la periferia. Luego, algunos “papers” de avanzada deben llegar para alborotar el marasmo e indicar existir una alternativa o luz en la oscuridad. La tarea del amigo y colega es difícil, pues yo estaba concretizando la construcción de mi comprensión sobre “sideróforos campesinos” y tengo de volver no a lecturas medievales o renacentistas, sino a la prehistoria de la evolución de la Vida, donde especulo si la hoja rica en taninos, por acción de las ferric-sintetasas desencadenaron los pre-sideróforos, y que en los animales hizo surgir las hemoglobinas como otros antiguos sideróforos, que perdió función pero mantuvo su acción no solo en el animal, pero mucho antes en las leguminosas (Brady)-Rhizobium y Actinorhizal por Frankia sp. en las Fagales, Casuarináceas y otras. 

Este racionamiento no es sencillo y gracias a mis profesores me permite diferenciar los microorganismos salvajes de los de laboratorios creados de forma dirigida para sustituir con la misma finalidad, pero más lucros a los agrotóxicos químicos, como lo cuestionado por Ángelo. Puedo garantizar que los microorganismos de laboratorios son más peligrosos que los agrotóxicos químicos hoy día existentes por los efectos “soliton-holográficos sobre el DNA”. Todavía, hoy vemos los mismos profesores que adoraban los plaguicidas idiotizados (foto) se transformaren en fanáticos consumidores de microorganismos sin capacidad deductiva sobre la diferencia entre “el salvaje” del “de laboratorio”.

¿Se dan cuenta porqué llamé a Erasmus de Rotterdam? Con él ustedes irán darse cuenta del benéfico que es uno y lo nefasto que es el otro. Pero donde la corrupción es instrumento de política pública eso continuará siendo imposible igualito en la época de la inquisición con las mismas torturas… Me quedó por acá y aprovecho para presentar a ustedes un trecho que debería ser obligatorio antes de la primera clase de biología en la primaria, secundaria, graduación y post-grados para evitar a quien sirven (foto) los doctores que hoy asustan cuando abren la boca sin el punto electrónico en el oído, que funciona como su espíritu. 

LA NATURALEZA, por Johann Wolfgang von Goethe (1749 – 1832)

¡Naturaleza! Por ella estamos rodeados y envueltos, incapaces de salir de ella e incapaces de penetrar más profundamente en ella. Sin ser requerida y sin avisar nos arrastra en el torbellino de su danza y se mueve con nosotros hasta que, cansados, caemos rendidos en sus brazos. Crea eternamente nuevas formas; lo que aquí es, antes aún no había sido jamás; lo que fue no vuelve a ser de nuevo. Todo es nuevo y, sin embargo, siempre antiguo. Vivimos en su seno y le somos extraños. Habla continuamente con nosotros y no nos revela su secreto. Actuamos constantemente sobre ella y, sin embargo, no tenemos sobre ella ningún poder. Parece haberlo orientado todo sobre la individualidad y nada le importan los individuos. Construye siempre y siempre destruye, y su taller es inaccesible.


Vive toda en sus hijos, pero la madre ¿dónde está? Es la artista única que, desde la materia más simple, alcanza los más grandes contrastes, y sin apariencia de esfuerzo se eleva a la máxima perfección - a la más rigurosa determinación, siempre impregnada de cierta delicadeza-. Cada una de sus obras tiene una esencia propia, cada una de sus manifestaciones tiene el concepto más aislado, y, sin embargo, forman un todo único.

Ella recita un drama: no sabemos si ella misma lo contempla y, sin embargo, lo recita para nosotros, espectadores sentados en un rincón.


En ella hay eterna vida, un eterno devenir, un perpetuo movimiento, y, sin embargo, no da pasos hacia delante. Se transforma eternamente y no hay en ella ni un momento de quietud. El detenerse no tiene para ella significado, y su maldición pesa sobre la inmovilidad. Es firme. Su paso es mesurado, sus excepciones raras, sus leyes invariables. Ha pensado y medita constantemente, pero no como un hombre, sino como naturaleza. Se ha reservado un significado propio omniabarcante, que nadie puede captar.

Los hombres están todos en ella y ella está en todos. Con todos, la naturaleza lleva a cabo un amigable juego y se alegra tanto más cuanto más se la vence. Con muchos su juego es tan secreto que acaban antes de que se den cuenta de él.

También lo más desnaturalizado es naturaleza, también el filisteísmo más ramplón tiene algo de su genio. Quien no la ve por doquier, no la ve en ninguna parte de manera justa.

Se ama a sí misma y tiene fijos eternamente en sí misma innumerables ojos y corazones. Se ha separado en sí misma para poderse gozar. Hace nacer siempre otras criaturas que la gocen en el deseo insaciable de comunicarse.


Se complace en la ilusión, y quien destruye esta ilusión en sí y en los otros es castigado por la naturaleza como por el tirano más severo. A quien la sigue confiadamente, lo estrecha como a su hijo contra su corazón.

Sus hijos son innumerables. Con ninguno, en general, es avara, pero tiene predilectos con los que se prodiga mucho y a los que sacrifica mucho. Lo que es grande lo tiene bajo su protección.
Hace brotar sus criaturas de la nada, y no les dice ni de dónde vienen ni a dónde van. Sólo deben correr; ella conoce el camino.


Tiene pocos resortes, pero nunca están inertes, sino siempre operantes, multiformes siempre.
Su drama es siempre nuevo, pues crea siempre nuevos espectadores. La vida es su hallazgo más bello, y la muerte su estratagema para tener más vida.


Envuelve al hombre en la oscuridad y lo empuja eternamente hacia la luz. Le hace dependiente de la tierra, torpe y grave, pero siempre de nuevo le hace despabilar. Suscita necesidades porque le gusta el movimiento; la maravilla es que obtenga tanto movimiento con medios tan limitados.

Cada necesidad es un beneficio: tan pronto satisfecha y tan pronto de nuevo vuelta a suscitarse. Constituye una nueva fuente de placer hacer que esto dé de sí el máximo, pero enseguida la naturaleza restablece el equilibrio. En cada momento su mirada está tendida hacia lo más lejano y en cada instante está en la meta.

Es la vanidad misma, pero no para nosotros, para quienes se convierte en la cosa más importante.
Deja que los niños se diviertan con ella, que los necios se pongan por encima de ella, y que miles de personas se den de bruces contra ella sin notar nada; pero de todos obtiene su alegría y con todos hace sus cuentas.


A sus leyes se obedece incluso cuando nos oponemos a ellas; se actúa con la naturaleza también cuando se quiere actuar contra ella.


Todo lo que da lo transforma en beneficio propio, pues lo hace de antemano indispensable. Induce a que se la desee y huye para que nunca se esté saciado de ella. No tiene lenguaje ni discurso, pero crea lenguas y corazones a través de los cuales siente y habla. Su corona es el amor. Sólo mediante el amor nos acercamos a ella. Cava abismos entre todos los seres, pero todos aspiran a reunirse. Lo ha aislado todo para reunirlo todo. 

Con un par de tragos de la copa del amor recompensa el tormento de toda una vida. Lo es todo. Se premia y se castiga ella misma. Se alegra y se atormenta. Es ruda y dulce, amable y terrible, débil y omnipotente. Todo está siempre en ella. No conoce ni pasado ni futuro. El presente es su eternidad. Es benévola. Y yo la alabo con todas sus obras. Es sabia y silenciosa. No se le arranca ninguna explicación ni concede ningún regalo si no es de forma voluntaria. Es astuta, pero con buenos fines, y lo mejor es no darse cuenta de su astucia. Es un todo, pero nunca está completa. Lo que hace hoy podrá hacerlo siempre. A cada uno se le aparece de una forma singular. Se esconde bajo mil nombres y términos, pero siempre es la misma. Así como me ha sacado a escena, también me echará fuera. Pero confío en ella. Puede hacer conmigo lo que quiera. No odiará su propia obra. No hablo yo de la naturaleza. No, ella ha dicho ya lo que es verdadero y lo que es falso. Todo es culpa suya, todo es mérito suyo (foto).



O facebook traduz automaticamente. Não fica bom, e por isso precisa de revisão; fiz isso. Espero que ajude a entender... abç
 
O amigo e colega A. Piaia pautou-me sobre o merchandising da Monsanto, "os micro-organismos no futuro", divulgados como ciência para incautos, subservientes ou ignorantes. Eu não pude atender imediatamente, pois estava lendo R. Steiner, o que me obrigou a ler "Teoria da natureza" de J. W. Von Goethe (1749-1832) e por sorte já tinha lido "Kosmos" de Von Humboldt (1767-1835). Mas me Obrigou a ir até Baruch Spinoza (1632-1677) em "Tratado da reforma do entendimento" e depois "ética demonstrada pela ordem geométrico", tenho horror a coisas místicas ou ocultas misturadas com espiritualidade em que agradeço muito a Desidério Erasmo que viveu em Rotterdam (1466-1536), e não gostava de ninguém. É com este espírito que atendo ao amigo em complexo senhor.
- a universidade doente doutrina alunos para tecnologias no mercado e cria a elite de pós-graduação para o que as transnacionais estão criando para as duas próximas décadas e que deve ser consumida sem solução de continuidade na periferia. Logo, alguns "Papers" avançados devem chegar para excitar o marasmo e indicar a existência uma alternativa ou luz na escuridão. A tarefa do amigo e colega é difícil, pois eu estava concretizando a construção de minha compreensão sobre "Sideróforos camponeses" e tenho de voltar não a leituras medievais ou renascentistas, mas à pré-História da evolução da vida, onde especulo que seja a folha rica em taninos, por acção das ferric-Sintetasas desencadearam os pré-Sideróforos, e que nos animais fez surgir as hemoglobinas como outros antigos sideróforos, que perdeu a função, mas manteve a sua acção não só no animal, mas muito antes nas leguminosas (Brady)-Rhizobium e actinorhizal por frankia SP. Nas fagales, casuarináceas e outras.
Esse racionamento não é simples e obrigado aos meus professores me permite diferenciar os microrganismos selvagens dos de laboratórios criados de forma dirigida para substituir com a mesma finalidade, mas, com mais lucros aos agrotóxicos químicos, como o questionado por Angelo. Posso garantir que os microrganismos de laboratórios são mais perigosos que os agrotóxicos químicos hoje existentes pelos efeitos "Sóliton-Holográfico sobre o DNA". Todavia, hoje vemos os mesmos professores que adoravam os pesticidas idiotas (foto) se transformarem em fanáticos consumidores de microrganismos sem capacidade dedutiva sobre a diferença entre "o selvagem" do "de laboratório".
Dão-se conta porque liguei para Erasmus de Rotterdam? Com ele vocês irão se dar conta do benéfico que é um e o nefasto que é o outro. Mas onde a corrupção é instrumento de política pública isso continuará a ser impossível igualzinho na época da inquisição, com as mesmas torturas... ficou por aqui e aproveito para apresentar a vocês um trecho que deveria ser obrigatório antes da primeira aula de biologia No Ensino primário, secundário, médio, graduação e pós-graduação para evitar a quem servem (foto) os doutores que hoje assustam quando abrem a boca sem o ponto eletrônico no ouvido, que funciona como o seu espírito.


A natureza, por Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832)

Natureza! Por ela estamos cercados e embrulhados, incapazes de sair dela e incapazes de penetrar mais fundo nela. Sem ser requerida e sem avisar nos arrasta no turbilhão da sua dança e mexe tanto com nós até que, cansados, caímos rendidos em seus braços. Cria eternamente novas formas; o que aqui é, antes não tinha ainda sido jamais; o que foi não volta a ser de novo. Tudo é novo e, no entanto, sempre antigo. Vivemos em seu seio e lhe somos estranhos. Fala continuamente conosco e não nos revela o seu segredo. Agimos constantemente sobre ela e, no entanto, não temos nenhum poder sobre ela. Parece ter orientado tudo sobre a individualidade e nada lhe importam os indivíduos. Constrói sempre e sempre destrói, e a sua oficina é inacessível.

Vive toda em seus filhos, mas a mãe onde está? É a artista única que, desde a matéria mais simples, alcança os maiores contrastes e sem aparência de esforço eleva-se a máxima perfeição - a mais rigorosa determinação, sempre impregnada de uma certa delicadeza -. Cada uma de suas obras tem uma essência própria, cada uma de suas manifestações tem o conceito mais isolado, e, no entanto, formam um todo único.

Ela recita um drama: Não sabemos se ela mesma o prevê e, no entanto, o recita para nós, telespectadores sentados num canto. Nela há vida eterna, um eterno tornar-se, um perpétuo movimento, e, no entanto, não dá passos para frente.

Transforma-se eternamente e não há nela nem um momento de quietude. O parar não tem significado para ela, e a sua maldição pesa sobre a imobilidade. É forte. Seu passo é ponderado, suas exceções raras, as suas leis imutáveis. Já pensou e medita continuamente, mas não como um homem, mas como a natureza. Foi reservado um significado próprio abrangente, que ninguém pode captar.

Os homens estão todos nela e ela está em todos. Com todos, a natureza realiza um amigável jogo e se alegra tanto mais quanto mais você a vence. Com muitos seu jogo é tão secreto que acabam antes de se darem conta dele.

Também o mais desnaturalizado é natureza, também o filisteísmo mais prosaico tem algo do seu gênio. Quem não a vê em todo lugar, não a vê em lado nenhum, de forma justa.

Ama a si mesma e tem fixos eternamente em si, inúmeros olhos e corações. Separou-se em si mesma para se beneficiar. Faz nascer sempre outras criaturas que a beneficiem no insaciável desejo de se comunicar.

Se compraz na ilusão, e quem destrói esta ilusão em si e nos outros é punido pela natureza como pelo tirano mais severo. A quem a segue com confiança, o estreita como o seu filho contra o seu coração.

Seus filhos são inúmeros. Com nenhum deles, no geral, é muito correta, mas tem prediletos com os que se retirou muito e aos que sacrifica muito. O que é grande o tem sob sua proteção.

Faz brotar suas criaturas do nada, e não diz nem de onde vem nem para onde vão. Só devem correr; ela sabe o caminho.
Tem poucas molas, mas nunca estão inertes, mas sempre operantes, multiformes sempre.

O seu drama é sempre novo, pois cria sempre novos espectadores. A vida é a sua descoberta mais bela, e a morte a sua estratégia para ter mais vida.

Envolve o homem no escuro e o empurra sempre para a luz. O torna dependente da terra, desajeitado e grave, mas sempre de novo o faz ficar alerta. Levanta necessidades porque gosta do movimento; a maravilha é que obtém tantos movimentos com recursos tão limitados.

Cada necessidade é um benefício: tão logo satisfeita e tão cedo de novo volta a surgir. Constitui uma nova fonte de prazer fazer que isto dê de si o máximo, mas logo a natureza restaura o equilíbrio. Em cada momento seu olhar está estendida para o mais distante e em cada momento está na meta.

É vaidosa mesmo, mas não para nós, para quem se torna a coisa mais importante. Deixa que as crianças se divirtam com ela, que os tolos fiquem acima dela, e que milhares de pessoas se dão de bruços contra ela sem notar nada; mas de todos recebe sua alegria e com todos faz as contas.

A suas leis se obedece mesmo quando nos opomos a elas; se age com a natureza também quando quer agir contra ela.
Tudo o que dá o transforma em benefício próprio, pois ele faz isso de antemão indispensável. Induz a quem se fantasie e foge para que nunca esteja satisfeito com ela. Não tem linguagem nem discurso, mas cria línguas e corações através dos quais sente e fala. A coroa é o amor. Só através do amor nos aproximamos dela. Cava abismos entre todos os seres, mas todos aspiram a se reunir. Isolou-se de todos para reuni-los.

Com alguns trago da bebida do amor no copo, recompensa o tormento de toda uma vida. É tudo. Se premia e pune ela mesma. Se alegra e se atormenta. Ela é dura e doce, gentil e horrível, fraca e onipotente. Tudo está sempre nela. Não conhece nem passado nem futuro. O presente é a sua eternidade. É benevolente. E eu a louvo com todas as suas obras. É sensata e silenciosa. Não lhe liga nenhuma explicação nem dá nenhum presente se não é de forma voluntária. Ela é esperta, mas com bons fins, e o melhor é não perceber a sua astúcia. É um tudo, mas nunca está completa. O que faz hoje, pode fazê-lo sempre. A cada um lhe aparece de uma forma singular. Esconde-se sob mil nomes e palavras, mas é sempre a mesma. Assim como me trouxe à cena, vai cortar minha cabeça fora. Mas eu confio nela. Pode fazer comigo o que quiser. Não odiar sua própria obra. Eu não falo da natureza. Não, ela já disse o que é verdadeiro e o que é falso. Tudo é culpa dela, tudo é mérito seu (foto).

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