18 de fevereiro
Por Tião
Pasado mañana cumplen 30 días de la asunción al poder de Elon Musk.
En la mitología, el titán Prometeo, hijo de Jápeto y Climene (Gaya) hermano astucioso de Atlas, Epimeteo y Menécio, moldeó en humus un muñeco y le dio vida con un soplo, creando el humano.
Sacrificó un buey y lo dividió en dos partes: una con cuero, carnes y vísceras y la otra parte, sólo huesos, cubiertos con grasa apetitosa. Esta parte fue escogida por Zeus, que se enojó por el engaño y quitó el conocimiento del fuego a ellos.
Prometeo que deseaba sustituir a Zeus robó el fuego a Hesíodo y otra vez lo entregó al humano buscando alterar el orden divino.
Los humanos pasarán a usar cada vez más la energía del fuego para obtener progresos.
En 1816 Mary Wollenscraft Shelley escribió el libro Frankenstein o “El moderno Prometeo”, por estar eliminando el poder de la muerte a los dioses para dársela a la humanidad. Su libro puede ser considerado la primera ficción.
A cada día que pasa, hay más informaciones accesibles y conocimientos, con exponencial ilustración o disrupción en cada sociedad.
La evolución del poder del fuego es voraz, fagocita y aglutina toda e cualquier energía. Eisenhower denunció en 1960 el “Complejo Industrial Militar”, que amenazaba la democracia de Uncle Sam, dentro de la Casa Blanca, que hoy se mimetiza entre “Big Pharma” y “Deep State” como detentores del nuevo Orden Internacional sobre lo político, religioso, económico o financiero, tratados como entidad única subordinando todo y todos al poder plutocrático.
Es inconsciente, pero al alcanzar este punto de inflexión el muñeco de Prometeo pierde su acceso al fuego e interrumpe su retorno en la jornada de héroe, destruyendo el monomito, y la libertad consciente para vivir cómo Tío Otario (Uncle Sucker).
Nenhum comentário:
Postar um comentário
"no artigo 5º, inciso IV da Carta da República: 'é livre a manifestação do pensamento, sendo vedado o anonimato'."