por Sebastião Pinheiro
página do facebook, 09 de outubro, 2017
Buenos días, después de Michoácan,
estuve en Chiapas y ahorita estoy en Nayarit con la misma lucha y alegría ayer
conocí su excelencia el volcán Ceborucos.
Escuchando Rachel Carson, después que
recibió su diagnostico mortal de cáncer en 1961 y leyendo sus artículos
compilados del NYT como el libro Silent Springer (Primavera Silenciosa)
empezamos muy temprano a combatir los daños de los venenos, salidos de la
Primera y Segunda Guerra Mundial para los campos agrícolas y pacíficos del
mundo. En Brasil la dictadura les puso el nombre de "Defensivos
Agrícolas".
Para evitar el envenenamiento
campesino y contaminación alimentar y ambiental de la agricultura cambiamos su
nombre para agrotóxicos y intentamos educar todos los productores y
consumidores con conocimiento y tecnología. Sin embargo sentimos el peso de la
corrupción civil y militar brasileña, alemana, norte-americana, pero lo más
cretino que asistí en mi vida fue en la Joint Meeting on Pesticides Residuos JMPR
en la XI Codex Comission Pesticides Residuos - CCPR ambos órganos de la FAO/OMS
de las Naciones Unidas en Den Hagen, Países Bajos:
Un "expert"
británico de estos órganos propuso que los pesticidas nuevos con datos toxicológicos insuficientes sean utilizados
en los países del Tercer Mundo para se adquirir estos datos con mayor celeridad
para las empresas.
Yo estudiaba en Alemania Federal en 1982 cuando la Bern Erklärung (Declaración de Berna) denunció la Ciba-Geigy - Novartis - Syngenta - ChemChina por utilizar niños en América Latina como cobayos en investigación de productos ya comprobadamente carcinogénicos. En Brasil al capitanear la lucha contra los agrotóxicos a través de la prescripción técnica (Receptario Agronómico) tuvimos una vida atribulada, hasta la eliminación del laboratorio del Ministerio de la Agricultura de Brasil por orden y voluntad de la Mafia de la Industria Química en Brasil. Tuve que responder más de cinco juicios federales organizados por BASF y otras. Fuimos alejados del cargo federal por el presidente Collor de Mello para poder cambiar la clasificación de riesgo de los productos alterando los colores rojos para azules de los plaguicidas.
En las universidades brasileñas
era/es común profesores trabajaren para las industrias usando privativamente
los sellos universitarios en sus negocios privados. Eso continuó con la
biotecnología y transgénicos.
La Directiva 414/91 de la Unión
Europea o los entrenamientos de las universidades yankees no llegan a Latino
América, África y Asia, pues el lucro es lo que mueve la corrupción en la
burocracia, política, enseñanza, tecnología y mercadeo.
Es por eso que hoy EEUU es el segundo
consumidor y en 2004 Brasil tornose el mayor consumidor de agrotóxicos del
mundo, sin embargo tenga una agricultura que es 20% del total de la Norte
Americana.
La Federación de la Industrias del
Estado de Sao Paulo tiene un cuerpo de directores, todos ellos oriundos de las
industrias de los venenos de los años 70 a 2000.
Estoy muy feliz en esos 50 días en
México, pues Agua de Vidrio, Biofertilizantes, Fosfitos, Harinas de Rocas,
Sideroforos campesinos son la construcción del BIOPODER CAMPESINO. Jamás hubo
hambre en el mundo donde hay oportunidad de campesinos producir alimentos. Los
supermercados en todo el mundo están llenos de alimentos (de mala calidad) pero
para poder entrar es necesario mucho dinero y día a día los campesinos son impedidos
de producir alimentos.
La materia del conservador periódico
La Nación, es un estertor, pero su blanco es más amplio que el mercado de 600
mil millones de dólares que representan los agrotóxicos civiles y militares. Es
crear una Agricultura Sustentable para atender los agronegócios como vi en
Ciudad Obregón Sonora lanzada por MásAgro y CIMMYT.
Despiertos y competentes no tenemos
que temer. Fuera Temer, que el diablo te carregue junto con todos los
corruptos.
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